Docentes de Edcom ganan premios internacionales de diseño

Los catedráticos Arianna del Pino y Edgar Jiménez recibieron la noticia en los últimos días de octubre. Ambos profesores de la Escuela de Diseño y Comunicación Visual (Edcom) están entre los ganadores de los Premios Clap, un concurso que selecciona a los mejores profesionales y agencias de diseño gráfico de Iberoamérica.

Del Pino comenta que en el mes de mayo inscribió en tres categorías su libro Marcas Sectoriales, un texto que inició como investigación para la tesis de su maestría. “El tema de marcas sectoriales está ligado al cambio de matriz productiva que vive el país”, explica Del Pino. El folleto logró un galardón Clap por Mejor Diseño de Libro de Texto y dos “Selecciones Clap” en las categorías Mejor Diseño de Libro Ilustrado y Mejor Folleto Paginado.

La profesora Del Pino logró un cuarto reconocimiento en este concurso por su trabajo de diseño en la aplicación para smartphones Muros Libres. La app, creada por el Municipio de Quito y la Agencia Metropolitana de Promoción Económica (ConQuito), permite a los artistas callejeros (graffiteros) encontrar paredes públicas o privadas para pintar. “La idea es generar una galería de arte ambulante por medio de una aplicación”, dice Del Pino.

 

Por su parte, el profesor Edgar Jiménez cuenta que pocos días antes del cierre del concurso inscribió su trabajo en los Clap. “¡Yo me enteré que había ganado a través de Facebook!”, comenta el también miembro de la agencia de diseño Lúdica Studio Creativo.

A través de Lúdica Studio, Jiménez diseñó el logo de la empresa estadounidense RISE. Con esta obra consiguió el Clap Platinium, máximo galardón en la categoría Mejor Marca Gráfica. Jiménez explica que lo que más llamó la atención del jurado fue “todo el proceso de conceptualización que tomó crear este logo ecológico sin convertirlo en algo trillado”. RISE es un proyecto creado por estudiantes de la Universidad de Nueva York con el objetivo de crear conciencia ecológica en las industrias de esa ciudad.

Jiménez cuenta que en el proceso creativo dejó de lado símbolos más comunes ligados a la ecología, como árboles y hojas. Inspirado en las formas circulares, ligadas al ciclo de reutilización de desechos, y enfocado en otros seres vulnerables ante la contaminación (pequeños animales) fusionó ambos conceptos para que funcionen como una imagen: el cuerpo y las alas de un pájaro.

“Si solamente trabajamos en el sentido estético es más probable cometer algún tipo de error, en cambio sí hay una investigación se puede obtener un mejor resultado”, afirma Jiménez.


Fuente: Club de Redacción de Edcom - Breik